miércoles, 6 de febrero de 2013

Presentación

Somos alumnos del colegio Purísima Concepción Las Nieves de la pequeña provincia de Ávila. Este grupo esta formado  por Sergio Sánchez, María Martín, Neidy Ortiz y Sofía López. La coordinadora de este blog es María Luisa. Hemos elegido este tema porque a nuestro parecer Jorge Manrique hizo una gran labor en la literatura española. En este blog vamos a hablar sobre Las Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique y haremos una comparación sobre la muerte relatada por Jorge Manrique y la visión de la muerte actual, este trabajo en todo un elogio a quien fue una figura tan importante en el mundo de las letras 

martes, 5 de febrero de 2013

Biografía de Jorge Manrique.

Jorge Manrique nació en Paredes de Navas en 1440 y murió en Cuenca en 1479.
Perteneció a una familia de la nobleza más rancia de Castilla, hijo de Don Rodrigo Manrique, maestre de la orden de Santiago.
Compaginó la pasión por las letras con la carrera de las armas, participando así junto a su padre en luchas que precedieron al ascenso de los Reyes Católicos.
Y centrándonos en el mundo de las letras, Jorge Manrique se sitúa dentro de la corriente cancioneril del siglo XV. Su producción poética menor, reunida en un Cancionero, está formada por medio centenar de composiciones breves, en su mayor parte de tema amoroso, que siguieron los cánones trovadorescos y cortesanos de finales de la Edad Media.

lunes, 4 de febrero de 2013

La lírica culta


  • En el siglo XV la nobleza comienza a interesarse por el mundo de las artes y de las letras y descubre la riqueza de la belleza clásica especialmente en las obras de los poetas latinos. Esto provoca que la cultura popular evolucione y de lugar al nacimiento de la poesía culta que estará por lo tanto dirigida a un publico culto y refinado
  • Características
  • Temática: La temática es el amor, la sociedad y la muerte 
  •  Autores cultos que forman parte de la nobleza; Juan de Mena, El Marqués de Santillana y Jorge Manrique
  •  Estilo: se usa el lenguaje culto en el que abundan los recursos literarios

Temas de las coplas


En esta dolorosa elegía Jorge Manrique hace un elogio fúnebre a su padre que es presentado como un modelo de heroísmo ,de virtudes y de serenidad ante la muerte
Temas:
  • La vida como camino (Homo viator)-La vida se concibe como un camino y el hombre,peregrino en la tierra,debe recorrerlo
  • La vanidad de las cosas mundanas
  • El poder igualitario de la muerte 
  • Tempus fuguit: Es un tópico literario que su traducción significa "El tiempo vuela" y proviene del latín. Este tópico quiere decir que hay que aprovechar el momento porque el tiempo pasa muy rápido y no se puede hacer nada contra eso 

¿Que es una elegía?

Ha grandes rasgos la elegía es una composición poética del género lírico en que se lamenta la muerte de una persona o cualquier otro caso o acontecimiento digno de ser llorado.Generalmente se escribe en tercetos o en versos libres 


Un ejemplo claro de este género de la lírica es la elegía a Ramón Sije

Primera parte


• 1ª parte (coplas I-XIV):  La primera parte esta compuesta por las primeras catorce coplas, y trata sobre temas generales, habla de lo rápido que se pasa la vida, del tempus fugit, del sentimiento cristiano del poeta y hace metáforas sobre la vida y la muerte.

-1º Temas generales:

Copla I: Tempus fugit.


Copla II: Tempus fugit.


Copla III: Poder igualitario de la muerte.


Copla IV: Sentimiento cristiano del poeta.


Copla V: Metáfora de la vida terrenal (camino que nos lleva a la otra vida), (sentimiento cristiano).


Copla VI: Idea cristiana de la vida.


Copla VII: Oposición entre cara corporal y alma angelical.


Copla VIII: Lo que perdemos cuando llega la muerte.


Copla IX: Lo que perdemos cuando llega la vejez.


Copla X: Poder igualitario de la muerte.


Copla XI: Poder igualitario de la muerte.


Copla XII: Vida breve (terrenal), vida que no se acaba (eterna).





I


Pues si vemos lo presente 

cómo en un punto se es ido 
y acabado, 
si juzgamos sabiamente, 
daremos lo no venido 
por pasado. 
No se engañe nadie, no, 
pensando que ha de durar 
lo que espera 
mas que duró lo que vio, 
pues que todo ha de pasar 
por tal manera. 

II


Recuerde el alma dormida, 

avive el seso y despierte 
contemplando 
cómo se pasa la vida, 
cómo se viene la muerte                            
tan callando, 
cuán presto se va el placer, 
cómo, después de acordado, 
da dolor; 
cómo, a nuestro parecer, 
cualquiera tiempo pasado 
fue mejor. 

II


Pues si vemos lo presente 

cómo en un punto se es ido 
y acabado, 
si juzgamos sabiamente, 
daremos lo no venido 
por pasado. 
No se engañe nadie, no, 
pensando que ha de durar 
lo que espera 
mas que duró lo que vio, 
pues que todo ha de pasar 
por tal manera. 

III


Nuestras vidas son los ríos 

que van a dar en la mar, 
que es el morir, 
allí van los señoríos 
derechos a se acabar 
y consumir; 
allí los ríos caudales, 
allí los otros medianos 
y más chicos, 
y llegados, son iguales 
los que viven por sus manos 
y los ricos. 

IV


Invocación a Jesucristo


Dejo las invocaciones 

de los famosos poetas 
y oradores; 
no curo de sus ficciones, 
que traen yerbas secretas 
sus sabores; 
aquel sólo invoco yo 
de verdad, 
que en este mundo viviendo 
el mundo no conoció 
su deidad. 

V


Este mundo es el camino 

para el otro, que es morada 
sin pesar; 
mas cumple tener buen tino 
para andar esta jornada 
sin errar. 
Partimos cuando nacemos 
andamos mientras vivimos, 
y llegamos 
al tiempo que fenecemos; 
así que cuando morimos 
descansamos. 

VI


Este mundo bueno fue 

si bien usásemos dél 
como debemos, 
porque, según nuestra fe, 
es para ganar aquel 
que atendemos. 
Aun aquel Hijo de Dios, 
para subirnos al cielo, 
descendió 
a nacer acá entre nos, 
y a morir en este suelo 
do murió. 

VII


Ved de cuán poco valor 

son las cosas tras que andamos 
y corremos, 
que, en este mundo traidor 
aun primero que miramos 
las perdemos: 
de ellas deshace la edad, 
de ellas casos desastrados 
que acaecen, 
de ellas, por su calidad, 
en los más altos estados 
desfallecen. 

VIII


Decidme: La hermosura, 

la gentil frescura y tez 
de la cara, 
la color y la blancura, 
cuando viene la vejez, 
¿cuál se para? 
Las mañas y ligereza 
y la fuerza corporal 
de juventud, 
todo se torna graveza 
cuando llega al arrabal 
de senectud. 

IX


Pues la sangre de los godos, 

y el linaje y la nobleza 
tan crecida, 
¡por cuántas vías y modos 
se pierde su gran alteza 
en esta vida! 
Unos, por poco valer, 
¡por cuán bajos y abatidos 
que los tienen!; 
otros que, por no tener, 
con oficios no debidos 
se mantienen. 

X


Los estados y riqueza, 

que nos dejen a deshora 
¿quién lo duda? 
no les pidamos firmeza, 
pues son de una señora 
que se muda. 
Que bienes son de Fortuna 
que revuelven con su rueda 
presurosa, 
la cual no puede ser una 
ni estar estable ni queda 
en una cosa. 

XI


Pero digo que acompañen 

y lleguen hasta la huesa 
con su dueño: 
por eso no nos engañen, 
pues se va la vida apriesa 
como sueño; 
y los deleites de acá 
son, en que nos deleitamos, 
temporales, 
y los tormentos de allá, 
que por ellos esperamos, 
eternales. 

XII


Los placeres y dulzores 

de esta vida trabajada 
que tenemos, 
no son sino corredores, 
y la muerte, la celada 
en que caemos. 
No mirando a nuestro daño, 
corremos a rienda suelta 
sin parar; 
desque vemos el engaño 
y queremos dar la vuelta, 
no hay lugar. 

XIII


Si fuese en nuestro poder 

hacer la cara hermosa 
corporal, 
como podemos hacer 
el alma tan gloriosa, 
angelical, 
¡qué diligencia tan viva 
tuviéramos toda hora, 
y tan presta, 
en componer la cautiva, 
dejándonos la señora 
descompuesta! 

XIV


Esos reyes poderosos 

que vemos por escrituras 
ya pasadas, 
con casos tristes, llorosos, 
fueron sus buenas venturas 
trastornadas; 
así que no hay cosa fuerte, 
que a papas y emperadores 
y prelados, 
así los trata la Muerte 
como a los pobres pastores 
de ganados. 


Segunda parte



La segunda parte trata del poder igualitario de la muerte que es el tema mas habitual, también habla del ubi sunt, tema esencial de esta segunda parte.


XVI

¿Qué se hizo el Rey Don Juan? 

Los Infantes de Aragón 
¿qué se hicieron? 
¿Qué fue de tanto galán, 
qué de tanta invención 
que trajeron? 
¿Fueron sino devaneos, 
qué fueron sino verduras 
de las eras, 
las justas y los torneos, 
paramentos, bordaduras 
y cimeras? 

XVII


¿Qué se hicieron las damas, 

sus tocados y vestidos, 
sus olores? 
¿Qué se hicieron las llamas 
de los fuegos encendidos 
de amadores? 
¿Qué se hizo aquel trovar, 
las músicas acordadas 
que tañían? 
¿Qué se hizo aquel danzar, 
aquellas ropas chapadas 
que traían? 

XVIII


Pues el otro, su heredero, 

Don Enrique, ¡qué poderes 
alcanzaba! 
¡Cuán blando, cuán halaguero 
el mundo con sus placeres 
se le daba! 
Mas verás cuán enemigo, 
cuán contrario, cuán cruel 
se le mostró; 
habiéndole sido amigo, 
¡cuán poco duro con él 
lo que le dio! 

XIX


Las dádivas desmedidas, 

los edificios reales 
llenos de oro, 
las vajillas tan fabridas, 
los enriques y reales 
del tesoro; 
los jaeces, los caballos 
de sus gentes y atavíos 
tan sobrados, 
¿dónde iremos a buscallos? 
¿qué fueron sino rocíos 
de los prados? 

XX


Pues su hermano el inocente, 

que en su vida sucesor 
le hicieron, 
¡qué corte tan excelente 
tuvo y cuánto gran señor 
le siguieron! 
Mas, como fuese mortal, 
metiole la Muerte luego 
en su fragua. 
¡Oh, juicio divinal, 
cuando más ardía el fuego, 
echaste agua! 

XXI


Pues aquel gran Condestable, 

maestre que conocimos 
tan privado, 
no cumple que de él se habla, 
mas sólo cómo lo vimos 
degollado. 
Sus infinitos tesoros, 
sus villas y sus lugares, 
su mandar, 
¿qué le fueron sino lloros? 
¿Qué fueron sino pesares 
al dejar? 

XXII


Y los otros dos hermanos, 

maestres tan prosperados 
como reyes, 
que a los grandes y medianos 
trajeron tan sojuzgados 
a sus leyes; 
aquella prosperidad 
que en tan alto fue subida 
y ensalzada, 
¿qué fue sino claridad 
que cuando más encendida 
fue matada? 

XXIII


Tantos duques excelentes, 

tantos marqueses y condes 
y varones 
como vimos tan potentes, 
di, Muerte, ¿do los escondes 
y traspones? 
Y las sus claras hazañas 
que hicieron en las guerras 
y en las paces, 
cuando tú, cruda, te ensañas, 
con tu fuerza las aterras 
y deshaces. 

XXIV


Las huestes innumerables, 

los pendones, estandartes 
y banderas, 
los castillos impugnables, 
los muros y baluartes 
y barreras, 
la cava honda, chapada, 
o cualquier otro reparo, 
¿qué aprovecha? 
Cuando tú vienes airada, 
todo lo pasas de claro 
con tu flecha. 



Ubi sunt


Ubi sunt es un tópico literario muy utilizado en la Edad Media. Resalta la fugacidad de la vida, la vanidad de las cosas mundanas, y el poder igualitario de la muerte. Es producto de la visión religiosa de la Edad Media que concibe el mundo como un valle de lágrimas y como un camino hacia la vida celestial. Aparece con frecuencia en elegías que lamentan la muerte de alguien.

Tercera parte

La tercera parte versa sobre la vida eterna, y contiene una profunda meditación sobre la muerte.



25.- Aquél de buenos abrigo,
amado por virtuoso
de la gente,
el maestre don Rodrigo
Manrique, tanto famoso
e tan valiente;
sus hechos grandes e claros
non cumple que los alabe,
pues los vieron,
ni los quiero hacer caros
pues que el mundo todo sabe,
cuáles fueron.

26.- Amigo de sus amigos,

¡qué señor para criados
e parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
jQué maestro de esforzados
e valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Qué benigno a los sujetos!
¡A los bravos e dañosos,
qué león!

27.- En ventura, Octaviano,

Julio César, en vencer
e batallar;
en la virtud, Africano;
Aníbal, en el saber
e trabajar;
en la bondad, un Trajano;
Tito, en liberalidad,
con alegría,
en su brazo, Aureliano;
Marco Atilio, en la verdad
que prometía.

28.- Antonio Pío, en clemencia;

Marco Aurelio, en igualdad
del semblante;
Adriano, en elocuencia;
Teodosio, en humanidad
e buen talante.
Aurelio Alexandre fue
en disciplina e rigor
de la guerra;
un Constantino, en la fe;
Camilo, en el grand amor
de su tierra.

29.- Non dejó grandes tesoros.

ni alcanzó muchas riquezas
ni vajillas;
mas fizo guerra a los moros,
ganando sus fortalezas
e sus villas;
y en las lides que venció,
cuántos moros e caballos
se perdieron;
y en este oficio ganó
las rentas e los vasallos
que le dieron.

30.- Pues en su honra y estado,

en otros tiempos pasados,
¿cómo se hubo?
Quedando desamparado,
con hermanos e criados
se sostuvo.
Después que fechos famosos
fizo en esta misma guerra
que hacía,
fizo tratos honrosos
que le dieron más tierra
que tenía.

31.- Estas sus viejas hestorias

que con su brazo pintó
en joventud,
con otras nuevas victorias
agora las renovó
en senectud.
Por su gran habilidad,
por méritos e ancianía
bien gastada,
alcanzó la dignidad
de la grand Caballería
dell Espada.

32.- E sus villas e sus tierras

ocupadas de tiranos
las halló;
mas por cercos e por guerras
e por fuerza de sus manos
las cobró.
Pues nuestro rey natural
si de las obras que obró
fue servido,
dígalo el de Portugal
y en Castilla quien siguió
su partido.

33.- Después de puesta la vida

tantas veces por su ley
al tablero;
después de tan bien servida
la corona de su rey
verdadero;
después de tanta hazaña
a que no pudo bastar
cuenta cierta,
en la su villa de Ocaña
vino la muerte a llamar
a su puerta,

34.- diciendo: -«Buen caballero,

dejad al mundo engañoso
e su halago;
vuestro corazón de acero
muestre su esfuerzo famoso
en este trago;
e pues de vida y salud
fecisteis tan poca cuenta
por la fama,
esfuércese la virtud
para sufrir esta afrenta
que vos llama.

35.- No se os haga tan amarga

la batalla temerosa
que esperáis,
pues otra vida más larga.
de la fama gloriosa
acá dejáis.
Aunque esta vida de honor
tampoco no es eternal
ni verdadera,
mas con todo es muy mejor
que la otra temporal
perecedera.

36.- El vivir que es perdurable

non se gana con estados
mundanales,
ni con vida delectable
donde moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
e con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos e aflictiones
contra moros.

37.- E pues vos, claro varón,

tanta sangre derramaste
de paganos,
esperad el galardón
que en este mundo ganaste
por las manos;
e con esta confianza
e con la fe tan entera
que tenéis,
partid con buena esperanza,
que estotra vida tercera
ganareis.»

Responde Don Rodrigo


38.- «Non tengamos tiempo ya

en esta vida mesquina
por tal modo,
que mi voluntad está
conforme con la divina
para todo;
e consiento en mi morir
con voluntad placentera.
clara e pura,
que querer hombre vivir
cuando Dios quiere que muera
es locura.»

D. Rodrigo se dirige a Cristo


39.- «Tú, que, por nuestra maldad,

tomaste forma servil
e bajo nombre;
Tú, que a tu divinidad
juntaste cosa tan vil
como es el hombre ;
Tú, que tan grandes tormentos
sofriste sin resistencia
en tu persona,
non por mis merecimientos,
mas por tu sola clemencia
me perdona.»

Final


40.- Así, con tal entender,

todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos e hermanos
e criados,
dio el alma a quien se la dio
-el Cual la dio en el cielo,
en su gloria-,
que aunque la vida perdió,
dejónos harto consuelo
su memoria.


domingo, 3 de febrero de 2013

Métrica.


La copla de pie quebrado es una composición poética de arte menor. Se trata de una estrofa de seis versos en la que combinan dos grupos de tres versos, cada grupo está formado por dos versos octosílabos a los que sigue un verso tetrasílabo.
El esquema suele ser así: 8a 8b 4c 8a 8b 4c ...
La rima consonante es distinta en cada sextilla y responde al siguiente esquema:
a b c a b c
Pasa por ser una de las estrofas más armoniosas de las que utilizan octosílabos en su composición. Tiene una gran fuerza lírica.